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viernes, 7 de noviembre de 2008

Trabajo, tesis, tiempo y tino

Me gusta mi trabajo. A pesar de que estaba acostumbrada a la supervisión, ahora que tengo una pega tranquila, me doy cuenta de que realmente soy proactiva. También creativa. No se mide en las horas trabajadas, sino en la calidads de mis productos. Creo que lo estoy haciendo bien o al menos estoy dando lo mejor de mí y descrubro un montón de cualidades que no pensé fueran valiosas. Como ser empática y conciliadora, por ejemplo, porque las cosas pueden tener una solución. Lo que sí me ha costado es adaptarme al ritmo: soy como un vendaval en este tranquilo valle campestre. Y claro, no puedo de buenas a primeras venir a cambiarlo todo, eso sucede sólo en lo que a mí respecta, en lo que no me compete sólo puedo intentar influir.

Hoy quiero acabar mi Boletín, el primero que escrito en mi vida. Me he tomado el tiempo.

La tesis también va lento, a pesar de que con Cota queremos resolver todo ya, tener los materiales listos y ver qué sigue. Estamos en una mezcla de producción, investigación y pruebas de montaje. Al principio me estresaba, pero veo que somos unos newbies en esto y que a pesar de nuestro desorden, lograremos algo bueno. Nos tengo confianza. Lo que debo controlar es mi ansiedad, me enfermo cada vez que aparece algo importante.

Tengo más tiempo y me regalo más tiempo. Ahora trato de mirar todo con más calma y obligarme a hacer algunas cosas que no quiero porque me da la maña o porque creo que perderé valiosos momentos. Nah.


No sé, creí que no hablaría de esto. Creo que tengo tino, intento no apresurar nada. Pero últimamente veo que es una cualidad valiosa. La paciencia, el cariño, las buenas intenciones al tacho si no hay tino, tacto. Hay personas que no reflexionan un poco antes de hacer tal o cual cosa. Y pucha que sirve, ahorra malos ratos y malentendidos.

Bueno, a lo mío.

martes, 7 de octubre de 2008

It is not measurable

Hace cinco meses atrás aún actualizaba este blog. Han pasado varias cosas, esto se pone como "El mundo al instante". Pero mi actualidad es una sustancia extravagante: como agua pero no te moja, ni deja huellas, ni siquiera ensucia.

Cinco meses atrás estaba en Mouse.cl, que al menos era como la conocíamos. Ni me fui, ni me echaron, simplemente quedé volando,  en el limbo de la información. Y es tal: ves los flujos pasar, pero no puedes tocarlos ni hacer uso de ellos. Si lo haces, es artificial, no corresponde.  Sólo te queda redireccionarlos donde puedan rebotar y seguir algún afortunado camino. Quizás fue para mejor. Logré desdoblarme al punto de ver mi cara cuando otros me veían como "Y ésta qué hace acá? Y ésta quién es?".

Coincidió que mis padres me abandonaron financieramente, lo que me ponía peor: sin algo que me guste hacer y sin recursos. Mis más cercanos son testigos de que estaba como loca pero a la vez paralizada, porque sabía que debía buscar un trabajo pero no lo hacía. Me dediqué a los encargos, gracias a los que alguna cosa hicieron para que la máquina siguiera andando.

Me sentía pésimo,  devaluada. Sin siquiera una opinión externa, puros buenos ánimos de mis cercanos. En general, la opinión externa vale nada para mí  si es malintencionada, pero nunca supe si mi trabajo fue bueno visto en los ojos del lector objetivo. Aún opino que me falta ese feedback, porque los comentarios de ahora están con filtro.

Fui acogida por AyerViernes para Murke.net, su red de blogs comerciales. Desde el primer mes me dediqué a MercadoCapital, el blog más botado, que tiene una temática que debiera ser importantísima pero es bien agria: inversiones personales, dígase bancos, FONASA, isapres y AFP. Y realmente me interesó el tema, porque soy joven, estoy saliendo al mundo laboral tradicional y no tengo idea cómo manejar mis finanzas. 

Sin embargo, no me sentía completa. Ni siquiera con un incipiente trabajo en mi tesis y la llegada del segundo semestre, en lo que refiere a "to-do".

Hace cinco meses comencé a juntarme con nuevas personas, acogedoras, y también a salir con alguien que no puedo nombrar, lo que es muy insulso porque ya han pasado cinco bonitos, interrumpidos y raros cinco meses. He notado que muchas personas lo saben, pero no hacen aspaviento del asunto. Y por otra parte, no hay un espectáculo al público. Muchas cosas irresolutas en esto y no entraré en detalles porque ni siquiera existe un plan y hasta es un poco doloroso. Como diría Del Villar: el lenguaje crea. Pero el lenguaje no está en las palabras, que son una gráfica simplemente. El lenguaje es una cultura, modo de hacer, comunicación. Yo le pongo el hombro, como a todo nomás, y lo alimento con paciencia, que es mi desayuno. Sólo sé que estos cinco meses son lo más distinto, agradable y bonito que me ha pasado, y tienen el mismo valor que dimensiones como mi familia, terminar mis estudios/mi tesis, alcanzar estabilidad económica personal y realizar proyectos que me hagan sentir plena. Si no fuera relevante, ya lo habría echado al tacho.

En julio creció algo en mí: desesperación. Porque estaba haciendo algo que me demandara creatividad de la forma que suele suceder. En general, sucede que hago lo que quiero y eso decanta en frustración cuando trabajas en cosas de otros. Nada personal. Pero esto me tenía con angustia, llanto, el humor terrible. Así como el led que está a punto de perder una patita y apagarse.

También me fui del lugar donde vivía, porque no aguantaron que no tuveira límites, que saliera, hiciera mis cosas, trabajara en base a algo no-tradicional.

En agosto, recibí un email con un dato de pega y aquí estoy: en el  Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social (ILPES) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Estoy a cargo de la Red de Intercambio y Difusión de Experiencias Exitosas para Alcanzar los Objetivos del Milenio, o sea IDEEA-ODMs. Tengo varias tareas-base pero libertad para hacer otras cosas por mi cuenta. De hecho, ene so estoy, aplicando un montón de cosas aprendidas en mis (también) cinco años de estudio, y otras que considero super valiosas de tener en cuenta y analizar para seguir adelante y hacer las cosas bien. Espero estar haciéndolo bien, porque me siento,  aunque en ocasiones extraño más supervisión. Esta confianza absoluta me pone a prueba. 

Hace cinco meses pesaba exactamente cinco kilos más, lo que ha significado botar la mitad de mi guardarropa y usar pantalones dos tallas más abajo. También ha cambiado mi autopercepción.

Entonces, hoy se cumplen cinco meses de una renovación, lenta, esperanzadora y a veces intragable. No porque tenga mal sabor, todo lo contrario: porque tiene más de uno y muy nuevos y exquisitos y no me los quiero perder. 

viernes, 20 de junio de 2008

Sin Pega

Hace un mes atrás aún escribía para Mouse.cl y la dejé por una mejor oferta, QUE AÚN NO SE CONCRETA! Detesto no saber que va a pasar más rato en este tipo de situaciones

En esas estaba, aburrida de no escribir, cuando mis padres me dicen que no me financiarán más mis gastos personales. O sea, soy desempleada y sin dinero, un poco me queda pero no me alcanza para sobrevivir el tiempo que tenga que esperar por una pega.

Ahora, hablando con un amigo, comencé a mandar mails y encargar pegas. Si usted sabe de algo que vaya ad hoc con una periodista de tecnología veinteañera, me avisa y mando CV. Si es algo diferente, bienvenido sea, me gustan los desafíos. Si es de otro rubro, veamos pues. Lo que sé es que siempre hago bien mi trabajo.

domingo, 8 de junio de 2008

Diana




La primera vez que ví a la Diana, se escapaba por la puerta de entrada de la casa de la Angélica, cuando vivían en Peñalolén. Era una perrita cocker de pelo dorado y ojos tristes, pero bien juguetona.

Cuando me vine a vivir con Angélica el año pasado en marzo, la Diana estaba en Lampa, porque allí podía correr y jugar con el bulldog de su pololo. Pero en el otoño-invierno la trajeron y yo la sacaba a pasear cada vez que me acordaba, al menos 1 vez a la semana. Me hacía correr esta diabla, si era muy intrépida y se tiraba a los ciclistas y les mordía los tobillos.

Este año no la saqué mucho a pasear, porque no pasaba mucho tiempo aquí. Ahora en el otoño retomé la costumbre, la llevaba cuando iba al súper por baguettes y yogurt. Me gustaba tomarla con un brazo y meterla a la casa, para que no dejara sus patitas marcadas.

La semana pasada, el viernes, vomitó varias veces y tosía con frecuencia. Creí que estaba enferma por algo que comío; a veces le dábamos carne y quesito para que se tentara con lo pelets habituales. Pero no, siguió y siguió.

El viernes salí y llegué de madrugada. El sábado en la mañana me encontré una pila de remedios y recetas. "La Diana está bien enferma, está en la pieza de la Fran", me dijo mi tía. Cuando regresé en la tarde, la habían internado en una clínica de perritos, porque presentaba afecciones cardíacas.

La Fran me despertó en la mañana para que fuéramos a buscarla. No quise porque iba a conversar con alguien por Skype y porque tenía sueño. "Si vuelves a la tarde, voy contigo", le dije. Hace 20 minutos que regresó, llorando. "Murió recién la Diana", me dijo. La abracé, pero sé que no sirve de nada, porque era SU perrita, que vivió con ella 14 de sus 26 años y era una canina adorable.

Me siento feliz de que dejara de sufrir, porque estaba conectada a miles de tubos y aparatos. Esa no es vida para nadie, sea animal o humano. Pobre Fran, feliz Diana. Para mí seguirá corriendo en mi memoria, agitadas su orejitas por el viento, su naricilla husmeándolo todo y sus ojos tristes ante el infame plato de pelets.

* Foto de mi Flickr

lunes, 2 de junio de 2008

El "I Miss You" Player



sábado, 17 de mayo de 2008

el principio del fin

Debo confesar que tenía mucha ilusión de seguir en Mouse.cl. Ya sólo éramos Gabriel Esteffan y yo, y teníamos un súper plan que, con la gran ayuda de nuestros amigos Carlos Gaona y Roberto Álamos, haría repuntar el sitio en varios aspectos.

Desde que Manuelidades se fue, era imposible conocer los resultados de Google Analytics, por ejemplo. Sí, ya sé que las visitas no lo dicen todo, pero no teníamos información de los temas más leídos, las entradas de los internautas, de alguna manera, conocer si estábamos metiendo la pata hasta el fondo o sólo un poco. La gente del área comercial de COPESA siempre rehuyó de darle la contraseña a mi Jefe.

Ahora me quiero morir de rabia por esto. Porque estaba entretenida, aprendía mucho, conocí montón de gente genial, me leían, criticaban, retaban, corregían, a pesar de un mísero sueldo. Hasta mi horario de la Universidad lo pensé para trabajar tranquilamente tres días enteros. 

Tengo una gran pena y no sé que voy a hacer ahora. Tengo más pena por el cierre de Mouse.cl, más que por no tener pega y dejar de hacer lo que hacía y me gustaba mucho. Ojalá encuentre algo pronto, porque no sé qué haré con tanto tiempo libre. ¿Pero dónde buscar? Mouse.cl se fue y yo me quedé, mal.

miércoles, 30 de abril de 2008

mi último/primer día

Hoy dejo de ser "practicante" de Mouse.cl para SER Mouse. Aunque mi actual jefe siempre me ha dicho que Mouse somos los dos. Bueno, los tres, contando a Pablo Acme que tiene otras pegas.

Aquí algunas cuentas:

- He aprendido un montón. A escribir mejor y ser más precisa en la redacción, tener cuidado en los detalles específicos y SIEMPRE preguntar. Aunque a veces se me olvida

- Pensar como lector. Pucha que es difícil. El lector sabe más que uno. A veces no sabe nada y dice puras tonterías, pero lo bueno es que los que sí  saben "controlan" las conversas desubicadas o sin sentido.

- Ir al grano. Somos periodistas además de comentaristas y entusiastas de la tecnología

- Ser autoexigiente. Lo soy pero nunca está demás.

- Otras cosas que van con el oficio: probar aplicaciones, tratar de ser objetivos/subjetivos, optimizar el tiempo, divertirse. 

Un montón de otras cosas están en secreto. Porque son muy personales y también son pistas que están a beta, a ver si resultan para hacerlo mejor.