that thing you do

El miercoles fue un dia de culto y creo que uno de los mejores que he vivido últimamente. Todo comenzó con un plácida mañana, un pato de avena, una ducha caliente y con un sandwich de sardina y queso en mi bolso.

El troncal estaba llenísimo y me bajé en Los Leones vomitada por el bus. Aunque yo creo que fue más bien empujada por fuerzas invisibles que sabían que me dirigía a un paseo en el que pretendía pasarla muy bien.

La Nata me esperaba a la entrada del súper y me llamaba a cada rato. es que el troncal que tomé en Los Leones se demoró mil, porque paraba a cada rato. Compramos un six pack para cada una y yo una cajetilla de mentolados; andaba con poca plata porque no queria tomar tanto y porque estaba un poco desbancada.

En el bus viajamos con un montón de gente que no conocíamos, que iban muy ebrios y detestables. No creo ponerme así bajo los efectos del alcohol.

Ya en la playa, la diversión fue enorme, entre los bebestibles y todo lo que fumé. Entre buscar gente y espacarse de alguna. Si hasta Jesús aparció en escena, y la Natalia le pidió que bendijera sus bebida y que le diera un beso. Y Jesús accedió, obviamente, su bondad es inmensa.

creo que mañana sigo escribiendo porque ahora se me quitaron las ganas

Saludos